Seguro que conoces la frase ” La felicidad no es hacer lo que quieres, sino querer lo que haces” y esto es una habilidad que se puede entrenar.
El programa de Mindfulness de Respiravida es una intervención psicoeducativa llena de herramientas que te ofrece un camino bien estructurado para hacer camino hacia el bienestar de forma progresiva.
La verdadera felicidad no está en perseguir constantemente nuestros deseos y eludir las incomodidades, sino en saber encontrar satisfacción y alegría en las actividades y responsabilidades que tenemos en nuestra vida cotidiana.
La comunidad científica lleva muchos años investigando el curso y lo ha validado a través de la publicación de multitud de artículos. Estos estudios han demostrado que en 8 semanas se producen cambios en la forma en que se conecta el cerebro y que esta transformación se mantiene después de finalizar el curso.
El Mindfulness no elimina las dificultades, pero enseña cómo enfocar el pensamiento para actuar con una actitud más aceptativa y amable, que sin duda, nos acerca a la tan deseada felicidad.
Te dejo unas palabras inspiradas de Daniel Gabarró, gran profesional y gran comunicador.
Creer que la felicidad es que todo vaya bien es un error.
Pensar que ser feliz es tener siempre
sentimientos agradables es un error.
Son creencias infantiles.
Errores..y llevan al sufrimiento.
La felicidad no es que todo vaya bien.
La felicidad es ABRAZAR TU VIDA.
Porque no importa el cuerpo que te ha tocado.
No importa el color de la piel que te ha tocado.
No importa la familia que te ha tocado.
No importa el pasado que has vivido.
No importa el coeficiente intelectual que tienes en suerte.
No. No importa.
Lo que sí importa es hacer las paces con la vida que te ha tocado vivir.
Lo que sí importa es abrazar la vida que te toca vivir.
Esto sí que es felicidad.
Esto sí que es útil.
El cuerpo que tengo me afecta: no es lo mismo un cuerpo que otro.
El color de piel me afecta: no es lo mismo un color u otro en nuestra sociedad.
La orientación sexual afecta.
La familia afecta.
También el pasado que he vivido, la escuela a la que he ido, mi capacidad cognitiva…
Sí. Me afecta, pero NO ME DETERMINA.
Puedo aprender a tratarme bien.
Puedo aprender a no compararme.
Puedo aprender a no hacer caso a los pensamientos que no me ayudan.
Puedo aprender a ser feliz, al margen de lo que me toque vivir.
Una felicidad sencilla, que no niegue las dificultades, ni la tristeza, ni las desigualdades sociales que sufrimos…
Una felicidad que no me impida cuidarme.
Una felicidad que me ayude a cuidar y amar a los demás.
Una felicidad cotidiana. Real. Sencilla y auténtica.
Ya ves.
Abrazar TU vida.
Ser quien eres.
Abraza tu vida… porque es la única vida que tienes.
Escrito con ♥ por: Daniel Gabarró
info@danielgabarro.com / www.danielgabarro.com
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